Los mensajes que evidencian el caos en la DANA: “colapso” en barrancos mientras se retiraba a los bomberos del Poyo

La relación de mensajes de WhatsApp detallados en el informe pericial que la defensa de Emilio Argüeso ha remitido a la jueza de la DANA, al que ha tenido acceso elDiario.es, evidencia el completo caos y la desorganización que imperó en el Gobierno valenciano que preside Carlos Mazón durante la gestión de las horas críticas de la DANA, el pasado 29 de octubre.
Así, casi al mismo tiempo que se estaban solicitando dotaciones de bomberos forestales para medir los barrancos y se hablaba de “colapso” en las ramblas, se ordenaba la retirada de la unidad que controlaba el barranco del Poyo, una situación que está entre las claves de la tardía reacción de los responsables de Emergencias a la hora de enviar el mensaje de alerta a los móviles de los ciudadanos.
Tal y como ha informado elDiario.es, según estos mensajes, el exsecretario autonómico de Emergencias informó el pasado 29 de octubre a la consellera Salomé Pradas de la situación en el barranco del Poyo. A las 12.58, el alto cargo le escribió a la consellera: “Se solicita a BCV [Bomberos Consorcio Valencia] movilización de Bomberos Forestales por alerta hidrológica en zonas: Río Magro, área (sic) puente de Carlet y Barranco Poyo, áreas (sic) Torrent, Picanya, Paiporta. Confirman movilización, pendiente de que confirmen unidades asignadas”.
Las unidades se desplegaron, pero en el caso del barranco del Poyo, inexplicablemente, poco antes de las 15.00 horas los efectivos recibieron la orden de volver a la base y de allí, fueron enviados a casa en torno a las 19.30 horas. Los propios bomberos acababan de comprar comida en un supermercado de Chiva en la creencia de que iban a estar durante toda la jornada controlando un caudal que había registrado picos altos durante la mañana, si bien es cierto que a mediodía había descendido.
Prácticamente a la misma hora, en concreto a las 14.44 horas, Argüeso traslada al grupo de la Conselleria de Igualdad (su anterior destino) que “está lloviendo con gran intensidad y con mucho aparato eléctrico”, y agrega: “Los barrancos están a punto de colapsar”.
Preguntado por elDiario.es sobre la retirada de esta unidad de bomberos habida cuenta de la situación que estaba relatando —que, aunque no se correspondía con la zona del barranco del Poyo, sí que podía aconsejar mantener los recursos por una cuestión de prevención—, el ex alto cargo de Emergencias ha asegurado que a él nadie le avisó de la orden de retirada de la unidad de bomberos forestales de esa rambla y que se enteró más tarde por la prensa.
Recientemente, el exjefe del Cuerpo Provincial de Bomberos, José Miguel Basset, aseguró que “la retirada de efectivos el día 29 de octubre, en ese punto concreto, respondió única y exclusivamente a criterios técnicos” y “fue una decisión operativa tomada porque, en ese momento, el caudal no representaba un riesgo importante y la tendencia era claramente descendente”. Sin embargo, no concretó quién dio la orden y tampoco explicó por qué no volvió esa u otra unidad a hacer seguimiento, tal y como marca el Plan de Prevención de Inundaciones, una vez las lluvias se reactivaron con tal intensidad que Chiva empezó a inundarse a las 17 horas.
“Mañana viene el día más desfavorable”
Una de las cuestiones que sigue sin entenderse y sobre la que la jueza de Catarroja que investiga la causa ha puesto la lupa es el retraso en la convocatoria del Centro de Coordinación Operativa Integrado (Cecopi). En este sentido, a pesar de elevarse a rojo el aviso por lluvias torrenciales de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) a las 7.36 horas de la mañana y de haberse registrado a las 13 horas 85 avisos de personas incomunicadas que solicitaban rescates, el Cecopi se convocó a las 17.00 horas. El presidente Mazón mantuvo su agenda, se fue de comida a El Ventorro y apareció por el Centro de Emergencias a las 20.28 horas, sin que hasta ahora haya dado una explicación coherente de lo que hizo aquella tarde.
El caso es que según se desprende de los mensajes de Argüeso, un día antes los técnicos de emergencias ya tenían claro que lo peor estaba por llegar, tal y como había pronosticado Aemet. De hecho, el 28 de octubre por la noche empezaba a aflorar la preocupación tras las primeras noticias de suspensiones de clases en algunos colegios. En una conversación con la jefa de Emergencias, Inmaculada Piles, esta ya advierte a las 22.16 horas: “Sí mañana viene el día más desfavorable, sobre todo el interior de Valencia, por lluvias y tormentas”. Una afirmación que aún hace más inexplicable el retraso generalizado en la respuesta a la emergencia.
El día 29, en una entrevista en À Punt a las 10.00 horas de la mañana, Peris ya advirtió de que se estaban intensificando las precipitaciones en la provincia de Valencia, “en la mitad norte y el litoral sur, pero fundamentalmente en las comarcas del interior de estos litorales, y se están produciendo precipitaciones intensas y las consecuencias esperables en estas situaciones, del nivel del río que va subiendo, los barrancos que van subiendo, bajos que están inundados y vehículos que están atrapados, fundamentalmente en la zona que estábamos comentando”.
Posteriormente, en otra entrevista en À Punt el día de la DANA el subdirector de Emergencias, Jorge Suárez, afirmó: “Estamos ahora haciendo seguimiento de todos los barrancos, que ya hemos hecho todos los del río Magro como también el barranco del Poyo. Es muy importante insistir, es una situación grave en la que debemos evitar cualquier tránsito y evitar cualquier zona cercana a un barranco”, dijo.
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